Cuando la economía ha comenzado a contraerse, esa contabilidad bajista del IPC se ha vuelto en contra de los estadistas y ha provocado que rápidamente se entrara en números negativos, haciendo saltar las alarmas en todo el mundo: ¡Deflación! ¡Deflación! En consecuencia, ni antes la inflación era tan reducida, ni ahora hemos entrado todavía en deflación (1).
Comentarios
Apuesto porque elegirán dar caña a la máquina de hace billetes para pagar sus gastos. Idem en Europa.