Que la mona sigue siendo mona por mucho que se vista de seda es prácticamente un axioma en el mundo del prestigio, el glamour o la elegancia. Pero también en el de la publicidad. Lejos de lo que se pueda pensar, no siempre la propaganda gratuita es un buen regalo para los anunciantes. Al contrario: hay veces en que puede convertirse en una maldición.
Comentarios
Bisbal y la Nocilla. Yo me he pasado a nutella.
A Trina ya les he mandado un mail diciendo que han perdido un cliente de Trina de manzana (de por vida salvo rectificación) por el caso Ramoncín.