Hace 12 años | Por bachen.bachen a elpais.com
Publicado hace 12 años por bachen.bachen a elpais.com

Que la mona sigue siendo mona por mucho que se vista de seda es prácticamente un axioma en el mundo del prestigio, el glamour o la elegancia. Pero también en el de la publicidad. Lejos de lo que se pueda pensar, no siempre la propaganda gratuita es un buen regalo para los anunciantes. Al contrario: hay veces en que puede convertirse en una maldición.

Comentarios

AnonimoPerez

Bisbal y la Nocilla. Yo me he pasado a nutella.

D

A Trina ya les he mandado un mail diciendo que han perdido un cliente de Trina de manzana (de por vida salvo rectificación) por el caso Ramoncín.