Leyendas que nos descubren que la amoralidad de los religiosos profesionales resulta perpétua.
Y donde se relata que las leyes de antaño no respetaban la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pues el poder del rey le era otorgado por dios, ese adalid del castigo y del temor.
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Leyendas.
Leyendas que nos descubren que la amoralidad de los religiosos profesionales resulta perpétua.
Y donde se relata que las leyes de antaño no respetaban la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pues el poder del rey le era otorgado por dios, ese adalid del castigo y del temor.