Hace 17 años | Por AltF4 a ourense.com
Publicado hace 17 años por AltF4 a ourense.com

Era un hombre robusto y con cicatrices profundas en el rostro que la descuidada barba no era capaz de encubrir totalmente. Les contó que venía de tierras lejanas cuyo nombre era desconocido tanto para el pastor como para su ayudante, que habían pasado toda su vida en estos contornos, y que buscaba un lugar donde terminar sus días en soledad, como un ermitaño.