El gay reprimido es aquél que lleva toda una vida haciendo creer al mundo que le hacían gracia los chistes machistas en su adolescencia, pasando por entusiasta del fútbol y el box, yendo tras el balón en el recreo adolescente, al que le gustaban las chicas con las que bailaba a la fuerza en las discotecas, simulando enamoramientos heterosexuales en la juventud; y era uno de los tantos "machos sociales", es fácil identificarlos hoy por hoy...
Comentarios
Me acabo de enterar de que a los homosexuales no les puede gustar el fútbol...