Hace 14 años | Por MM80 a calcuadrado.es
Publicado hace 14 años por MM80 a calcuadrado.es

Al final de la década, parece ser que la salvación iba a llegar de la mano del profeta visionario James Cameron. Su pretendida revolución cinematográfica no es más que la posibilidad de que el espectáculo llame de nuevo al espectador y lo arrastre a la sala de cine, que haga cola para sacar entradas, que consuma palomitas, que llene todas las butacas… y que no bajé películas por descarga directa o las vea online desde su portátil.

Comentarios

trollinator

Uf, menudo artículo. Por un lado, atribuye a Avatar que la gente vaya al cine, cuando cada cierto tiempo se baten una vez más los records de recaudación: es decir la gente sigue yendo al cine igual o más que antes. Y luego:

la propia industria ya empieza a tirarse piedras sobre su propio tejado cuando está confirmando que no se tardará mucho en ponerse a la venta reproductores Blu-ray que lean 3D y pantallas que reproduzcan la técnica en cada uno de nuestros domicilios.

No sé si le parece mal o no, pero esa impresión me da. Limitar la tecnología para mantener negocios nunca ha funcionado. Mientras los fabricantes "conocidos" seguían sacando DVDs que sólo leían dicho formato y a lo sumo VideoCD, vinieron los chinos y se pusieron a sacar reproductores* que se lo tragaban todo: divx, xvid, y algunos formatos más (principalmente los basados en mpeg4). ¿Resultado? Media España tenía en casa un reproductor de marca impronunciable en su casa. Y ahora, curiosamente, los fabricantes "conocidos" incluyen soporte para todos los formatos en sus reproductores. En mi salón tengo un Thomson (no por nada en especial, era una oferta). En mi pueblo un Panasonic (tanto de lo mismo). Y así sucesivamente.

*: o al menos las placas, y luego las integraban otros.