Cada vez que veo una bandeja de tomates idénticos, perfectos y rojos como si los hubiera pintado Disney, me hierve la sangre como si fuera un marmitako. Creo que, gastronómicamente hablando, no hay alimento más espantoso que esos entes salidos de algún invernadero de Holanda o de Almería. No huelen a nada, no saben a nada y su interior es lo más parecido a un corcho húmedo que ha inventado el hombre. Y digo el hombre porque son producto de las manipulaciones y de la forma de cultivarlos: la naturaleza es incapaz de parir algo tan desabrido.
Comentarios
Y digo el hombre porque son producto de las manipulaciones genéticas
Meeec error
y de la forma de cultivarlos
Din din din PREMIO!
#1 y de la selección y mejora genética, el genoma del tomate, después del arroz es el mas estudiado.
Un argumento más contra la experticia militante protransgénica. No sólo es una tecnología alimentaria peligrosa y con implicaciones socioeconómicas devastadoras, es que además es mortalmente insulsa y aburrida en cuanto a sus resultados gastronómicos.