La privatización de la Lavandería Central Hospitalaria de Madrid que llevó a cabo el ya exconsejero de Sanidad Javier Fernández-Lasquetty está en el punto de mira. El Ministerio de Empleo ha amenazado con sancionar a la concesionaria del servicio, Flisa (filial de la fundación ONCE) por no respetar las condiciones laborales de los trabajadores, a los que les aplicó importantes rebajas salariales. Asimismo, también investiga la infracción cometida por la adjudicataria al haber sustituido a los empleados en huelga.
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estrelladigital.es#1 Pero le ponen una medalla. Espero que se la pongan en la cárcel. Que el infierno ya lo tiene ganado este desalmado.
Flisa es una empresa propiedad de la ONCE, que se ha distinguido en el ámbito laboral por sus salarios de miseria, sus jornadas interminables y su absoluta falta de respeto a sus trabajadores, explotados casi hasta la extenuación.
"El carácter social de Flisa se evidencia en su política de recursos humanos, cuyo objetivo principal es la integración laboral de las personas con discapacidad, a través de la creación de empleo estable y de calidad,...." El anterior texto esta en la pagina de Flisa bajo el epígrafe RRHH. ¿Contratar discapacitados pagándoles el salario mínimo, unos 600€ mensuales es empleo de calidad y socialmente aceptable, o es pura explotación laboral?
Desde que la ONCE se convirtió en un grupo empresarial cuya principal entrada de capital viene de los juegos de azar, sus dirigentes no se han distinguido precisamente por su perfil social y si por ser empresarios despiadados capaces de todo tipo de chanchullos y supuestas corruptelas empresariales, hay tenemos el caso de Miguel Duran imputado por apropiación indebida y delito fiscal, delitos de los que finalmente fue absuelto, hoy colaborador habitual de El Gato al Agua en Inter economía, personaje mas preocupado en sus día por crear un emporio mediático controlado por la ONCE, que en mejorar las condiciones laborales de los invidentes.
Nadie duda hoy en día que la labor llevada a cabo por la ONCE en favor primero de los invidentes y más tarde de otros grupos de discapacitados, ha permitido a estos llevar una vida decorosa y recibir formación y atención especializada en razón de su minusvalía, pero hay que reconocer que los métodos empresariales de ONCE/FUNDOSA no son precisamente un ejemplo en cuanto a respeto al trabajador y las relaciones laborales, que son entendidas por los directivos mas como una relación señor/siervo cuasi medieval, en la que priman los beneficios económicos sobre todo lo demás. Y si no se lo creen pregúntenles a sus trabajadores, desde los vendedores de cupones hasta los empleados de sus lavanderías.