Hace 13 años | Por yoma a abc.es
Publicado hace 13 años por yoma a abc.es

La superpoblación de China no es sólo un problema para sus 1.330 millones de habitantes, sino también para sus diez millones de muertos anuales. Siguiendo la filosofía de Confucio, los chinos prefieren enterrar a sus difuntos pero, debido a la falta de espacio, el Gobierno impuso la cremación forzosa en 1991. Aunque la ley obliga a quemar los cadáveres, la mitad de los finados –sobre todo los que fallecen en el campo– son enterrados en tumbas que sus familiares cavan en sus huertos y, a falta de lápidas, señalan con montículos de arena.