Herman Cain, Rick Santorum, Newt Gingrich, Ron Paul y otros precandidatos republicanos no tienen la menor probabilidad de ganar la elección primaria. Sin embargo, se han postulado, a la vez que escriben libros, pronuncian discursos, se presentan en la TV y la radio, preparándose a embolsillar millones de dólares con la fama que han ganado fácilmente: un negocio redondo.