Cuando ha pedido un carajillo de Anís del Mono y unos chocos y le han dicho que no tenían, ha montado en cólera y ha pedido el libro de reclamaciones. Afortunadamente, los colegas a los que esperaba Emilio no han tardado en llegar y, como uno de ellos llevaba una baraja de cartas de emergencia debajo de la boina, la situación ha vuelto a la calma.
¿Desde cuándo los americanos saben hacer café? (por llamarlo de alguna manera, a ese mejunje aguachirri con sabor poliestireno).No se puede estar muy bien de la azotea para pagar 3 euracos por eso.
Comentarios
Starbucks, donde el café vale a precio de güisquie.
¿Desde cuándo los americanos saben hacer café? (por llamarlo de alguna manera, a ese mejunje aguachirri con sabor poliestireno).No se puede estar muy bien de la azotea para pagar 3 euracos por eso.