Sería estupendo poder explicar la vida desde la bondad y reservar el periodismo solo para nuestros héroes. Y, sin embargo, el mal también tiene cosas interesantes que decir. Ayuda a entender por qué ocurren y qué puede hacerse para mejorarlas. No comparto la escandalera que se ha organizado en España ante la posibilidad de que a algún periodista se le ocurra entrevistar a los terroristas, violadores o criminales que están saliendo de la cárcel. “No se puede entrevistar a asesinos”, dicen. No solo se puede: en algunos casos se debe.
Comentarios
Yo creo que nadie está en contra de que sean entrevistados por buenos profesionales, escribir artículos o producir documentales con sus testimonios, es decir, periodismo serio.
El problema es cuando la entrevista es convertida en un show morboso de TV, en primetime, con opinadores de 2ª categoría, en formato de ocio, que no de información o investigación, y con pausas para los patrocinadores.
Resumiendo: No es lo mismo una entrevista a Antonio Anglés o a Inés del Río en un "Salvame deluxe" o un "Se enciende la noche" (Con todos mis respetos para Jordi González), que hacerlo en "Informe semanal", "Salvados", "Espejo público" o en los informativos.