Desde que en plena dictadura fundase la organización ilegal de jueces “Justicia Democrática” que como él mismo cuenta entre risas lo convertía en un “delincuente político”, hasta simultanear su carrera judicial con la presidencia de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, Presidente de la Unión Progresista de Fiscales y Portavoz de Jueces para la Democracia. Colaborador de Amnistía Internacional y de la Comisión Internacional de Juristas, entre otros muchos organismos y actividades. Y su actividad sigue siendo incesante.
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