Publicado hace 17 años por amanecequenoespoco a eldiadeciudadreal.com

“Zamenhof dotó al esperanto de un sentimiento de universalidad: era para ricos y pobres, para blancos y negros, todos podrían aprenderlo”, nos explica Arturo Jiménez, de 30 años, filólogo y esperantista fundador de la Asociación Manchega de Esperanto con sede en Ciudad Real.