China ha desplazado a algunos de los tradicionales socios de España, como Italia o Francia. Lo más sorprendente es la velocidad de penetración del comercio chino, que hasta el año 2000 era de apenas el 2,5%, prácticamente la mitad que actualmente. Es inevitable que el déficit con China sea cada vez mayor teniendo en cuenta su enorme capacidad productiva, los bajos salarios, la ausencia de cualquier tipo de normativa de protección de trabajadores o de medio ambiente, etc.
Comentarios
A eso súmale que en España los sueldos son precarios y a la gente no le queda más remedio que sacrificar la calidad para comprar lo más barato posible y llegar a fin de mes (a duras penas).