Justo un día antes del terremoto y posterior tsunami que ha puesto a Japón al borde del colapso nuclear, el Gobierno aprobó una prórroga de funcionamiento por diez años más para la central de Cofrentes (Valencia), de 27 años de antigüedad y correspondiente a un modelo de diseño y funcionamiento, con un sistema de agua en ebullición, similar al de las plantas niponas averiadas.Esta prórroga, sin embargo, quedará ahora a expensas de la medida anunciada ayer por el Gobierno de revisar la seguridad de los ocho reactores nucleares activos.
Comentarios
Sí, le van a dar una mano nueva de pintura.
¿Y contra tsunamis qué? Hay que dar de comer carnaza al pueblo con chorradas. Que se revisen los protocolos me parece bien, ahora que lo de Japón haga revisar con el criterio de las causas muy particulares que se han dado allí nuestras centrales, localizadas en un país donde los seísmos son una anécdota o donde sus costas (por su situación) dan a un mar interior que no produce tsunamis me parece oportunismo político y clara demagogia.