El esperma de los mosquitos dispone de unos sensores químicos especiales que funcionan igual que los presentes en el sentido del olfato. Gracias a ellos, la mosquito almacena el fluido en unos sacos especiales a la espera de que llegue el momento oportuno para la fecundación.
Comentarios
¡Ah!, el de los mosquitos. Ya me parecía a mi.