Hace 11 años | Por Esteban_Rosador a eldiario.es
Publicado hace 11 años por Esteban_Rosador a eldiario.es

El llavero de la Iglesia católica tintinea con fuerza estos días. En una misma argolla se guardan las llaves de las almas, las llaves de las arcas y las llaves de las aulas. Durante la Transición se pretendió convertir el Estado español de católico a aconfesional. Si se trataba de cerrarle los picaportes al ama de llaves, la Iglesia no tenía intención de ponerlo fácil, por eso la relación Estado-Iglesia es un pulso diario.En esta refriega, el “arma decisiva” de la Conferencia Episcopal son los acuerdos parciales con el Vaticano firmados en 1979

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Esteban_Rosador

Completo la entradilla

Estos acuerdos son el marco y la base que aseguran, por ejemplo, la enseñanza de Religión en la escuela “en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales”. Aunque la asignatura de Religión es optativa para el alumno, es obligatoria para el centro. Ese dato, las Biblias y crucifijos en los juramentos de cargos políticos, la financiación a costa de los presupuestos generales, las excenciones tributarias o los salarios de los profesores de Religión pagados desde la bolsa común no ayudan a considerar este Estado aconfesional cuando otras confesiones no están equiparadas. “En la actualidad el Estado sigue sin ser católico ni completamente laico. La modernidad no ha producido laicidad”, según el autor.

Hay que recordar de todas formas que estos acuerdoa se negociaron antes de que se aprobara la constitución. Lo de firmarlos después fue sólo por disimular.