Bajo un título tan poético, justo al contrario de lo que suele suceder, se esconde una realidad todavía más poética y más impactante. No son más que millones de estorninos (Sturnus vulgaris) volando sobre el cielo del atardecer de Roma, nadie diría que tantas cosas y tan coordinadas pudiesen formar algo tan hermoso.
Comentarios
No son estorninos, sino ovnis chiquititos haciendo el ganso, jeje.
Buen vídeo, mezcla la belleza de la naturaleza con la belleza de Roma.