Leo hoy con estupor en la prensa online (¿la de toda la vida se sigue leyendo?) que Ryanair va a cobrar 8 euros por subir ensaimadas de Mallorca a bordo de sus aviones. Me pregunto hasta qué extremos podemos llegar con esta fiebre low-cost (aparentemente lógica por otra parte tal como está el patio) que nos rodea, acrecentada por las grandes corporaciones que fabrican en lejanos lugares y tributan en otros no tan lejanos.
Comentarios
El spam no me parece una buena estrategia:
impulsocreativo