Homo sapiens (ma non troppo) piensa. Al menos para el obsesivo pensador René Descartes esa era la única certeza. Cogito ergo sum. Pienso, por lo tanto existo. Descartes dudaba de todo y necesitaba de alguna certeza primera inamovible sobre la que desarrollar el edificio de una interpretación ajustada de la realidad y sólo encontró esa constatación de saberse compulsiva y obsesivamente, inevitablemente, pensante.
Pensar es una actividad continua. No existe el no pensamiento como no existe la no respiración, la no circulación de sangre, el no filtrado renal de la sangre.
Comentarios
Pensar es una actividad continua. No existe el no pensamiento como no existe la no respiración, la no circulación de sangre, el no filtrado renal de la sangre.
Erróneo. Ahí dejé de leer.