Hace 13 años | Por manona a ccarnicero.com
Publicado hace 13 años por manona a ccarnicero.com

La burbuja de la indignación no ha tenido un comportamiento diferente de la burbuja inmobiliaria. Cuando no ha podido resistir más la presión de la injusticia, sencillamente ha explotado. Y la indignación ha dado paso a la rebeldía y ahora es necesario pasar de este estadio a la transformación de la sociedad. Una sociedad madura que ha tomado las calles sin que se rompan los escaparates y con una actitud responsable y civilizada.

Comentarios

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No hay ninguna burbuja, simplemente hay un sistema que quieren presentar como democrático que no lo es para nada por una serie de despropósitos:
No es democrático aceptar la corrupción como se está haciendo. Si un político es corrupto, lo mínimo exigible es que no lo presenten para una nueva elección.
Si se reforma el mercado laboral para aumentar el empleo en tiempos de crisis, no podemos permitir que las grandes empresas lo utilicen para destruir los puestos de trabajo a la vez que declaran grandes aumentos de beneficios en ese período de crisis. Y menos podemos permitir que al frente de esas empresas haya personajes que se ha demostrado que han delinquido, pese a que no hayan tenido castigo por prescripción del delito.
No hay trabajo.
Si además tienes la mala suerte de tener una hipoteca que no puedes pagar, perderás todos tus bienes, se los quedarán los bancos, a los que por otro lado se está financiando con tus impuestos. Esta parece una frase imposible.
Si tuvieses la enorme suerte de encontrar un empleo, podrías comer, pero no pagar una vivienda. Por un lado, esa gran empresa despide a los trabajadores para contratar a otros a un precio inferior, si es posible al mínimo que le permita el mercado. Por otro, los bancos, con la ayuda del estado, ese saco al que van a parar tus impuestos, mantienen artificialmente superelevados los precios de las viviendas, cuando en realidad no hay demanda.
Luego está el tema de la seguridad social. Te dicen que tendrás que jubilarte 2 años más tarde de lo que esperabas mientras que los trabajadores despedidos por la empresa del chorizo demostrado pero prescrito no son realmente despedidos, sino prejubilados, de modo que siguen recibiendo un sueldo sin trabajar pero provienente del mismo saco del que se sacan las ayudas a los bancos.
Además, los directivos tanto de los bancos como los de la empresa del chorizo se levantan montones ingentes de pasta, porque lo hacen muy bien, supongo que robar al contribuyente con la connivencia de los "políticos electos".
No lo podemos llamar burbuja.