Veinte esculturas que el pintor sevillano, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, trajo a España por orden de Felipe IV, se exponen en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) hasta el 10 de febrero de 2008. Además, en el artículo se nos desvela que pese a que en la actualidad consideramos a Velázquez como un maestro incontestable de la pintura, en su época, para su patrón Felipe IV, el artista era más bien un decorador de interiores.