Hace 13 años | Por atate a atate.info
Publicado hace 13 años por atate a atate.info

n esclador puede estar “condenado” a heredar dedos más diestros pero menos resistentes para las solicitaciones que exige su praxis vertical. Amén de este condicionante, la perfecta motricidad que con el paso de los años se adquiere y adiestra para tareas concretas, se ve atrofiada temporalmente y muy a menudo, sobre todo entre aquellos que escalan probando a superar sus límites. Sus antebrazos se hinchan y sus dedos, desde los más finos a los más curtidos y gruesos, comienzan a funcionar con torpeza y menos fuerza de lo habitual.