El nombre de Alberto Toldrá estará ligado, eternamente, al fútbol entendido como profesión. El pionero en la representación de futbolistas en España falleció ayer en Valencia a los 71 años como consecuencia de un Parkinson, la enfermedad que le alejó de la actividad laboral en los últimos años. Toldrá era el principal referente de los agentes del balompié europeo, una pasión que transmitió a sus dos hijos, Lorenzo y Alberto, que siguen la carrera de su padre con la misma reputación profesional.
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Estaba escuchando esta mañana en una conocida radio deportiva una tertulia sobre anécdotas de su vida: Era un experto cocinando paellas, pero siempre daba una prueba a sus amigos a la que añadía exceso de sal. Nadie decía nada.
Las noticias sobre deportes no suelen gozar por aquí de demasiado predicamento pero visto el éxito de la noticia sobre el fallecimiento de Preciado todo apunta a que podría iniciarse un cambio de tendencia. Ojalá.