Hace 15 años | Por Esteban_Rosador a publico.es
Publicado hace 15 años por Esteban_Rosador a publico.es

Dos generaciones de una familia sevillana, testigo de la represión, han ayudado a ubicar fosas comunes y asesinatos.

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Esteban_Rosador

Cy P: El año 1936 le pilló a Manuel con apenas tres años, pero hubo fusilamientos hasta 1952. Al otro lado del arco de la Macarena, fue donde más guerra dio a Queipo la frágil resistencia obrera. Quizás por eso eligió la muralla para sus numerosas matanzas.

Los recuerdos de Manuel van desde el llanto de su madre hasta los camiones en plena noche cargados de presos. “Los oía gritar, rezar, llorar”, cuenta. Y, finalmente, los disparos. También recuerda que en el cementerio, donde iba a llenarse los bolsillos de moras, descubrió un día un cráneo con un agujero. Y todo lo rememora emocionado, aliviado y casi sorprendido de que, después de tantos años, le pregunten ahora por el tema. “Que no se olvide”, pide, mirando orgulloso la cruz que forjó su padre.