Tomen nota del medicamento: fósiles pulverizados. No pongan esa cara. Hasta hace bien poco en Chipre los lugareños creían que los huesos fósiles de hipopótamos enanos habían pertenecido en realidad a San Fanorio. Como todo santo que se precie, tenían propiedades medicinales. Los chipriotas trituraban los fósiles, disolvían el polvillo resultante en agua y se lo bebían. Según la sabiduría popular, esta pócima tenía la capacidad de curar diversas enfermedades.
Comentarios
Esto es como el que tiene tos y se unta mantequilla en los testículos...
Oye... el San Fanorio ese comía como un cura, ¿no?