Es tiempo de las energías renovables, esas que trabajan con el Medio Ambiente y no contra él. El tiempo de preservar recursos y formas de vida y existencia en unos tiempos en los que, a causa de la crisis, cada vez más gente tendrá que volver a trabajar en las tierras que abandonaron para buscar oportunidades de trabajo en otros sectores. Lo que sí tengo claro es que NO es el tiempo del Fracking. No a costa de las personas, de su salud, de su vida o de su futuro. No sin que los que los representamos plantemos batalla contra esta técnica.