Con el tiempo me he dado cuenta de que en nuestro país el tema de la Memoria Histórica no puede ser sacado con normalidad en el transcurso de una charla informal, pues lejos de arrojarse luz sobre este escabroso asunto, en muchas ocasiones los participantes vociferan y vierten acusaciones e infamias, siempre faltas de rigor y alejadas de la realidad, que impiden profundizar y observar con claridad este fenómeno.