Quinto. El Vaticano se comporta como un animal malherido que se defiende atacando a quien se acerca a curarle. La hipocresía, la sinrazón, la arrogancia, el apego al poder terrenal, la falta de valores democráticos…, son sólo algunas de sus principales heridas, y por ellas se están desangrando sus iglesias de fieles y de vocaciones. Hasta que no se las curen no estarán legitimados para predicar la palabra de Cristo.
Comentarios
El Vaticano nació gangrenado, lo que pasa es que nunca antes la gente lo había tenido tan claro y lo había dicho sin tanto temor.