Recorte del gasto depende para qué. Si es para generar empleo, atender las necesidades sociales y reequilibrar los barrios sí. Si es para que las cuentas de los bancos sigan ajenas a la crisis no. Ángel Pérez: “Si se suprimen cientos de millones de gasto de un día para otro es que eran necesarios para el poder, no para los ciudadanos".