Los 'geeks' (personas fascinadas por la tecnología) japoneses del distrito de Akihabara Electronics, en Tokio, tienen una nueva afición. Se chiflan por ir a unos cafés atendidos por camareras francesas, pero la particularidad es que las chicas, en realidad, son travestis. Y es que los empresarios japoneses quieren inventar nuevas fórmulas para atraer más clientela. Las 'chicas', eso sí, no ofrecen servicios sexuales. Como mucho, se limitan a hacer dibujos con el bote de ketchup en una tortilla. Estos negocios mueven 2.000 millones de dólares.
Comentarios
Solo hay que ver la cara del de la foto (el cliente digo) para notar que a ese tio no le van las cosas normales