Publicado hace 13 años por rvillafane a mandointermedio.wordpress.com

Una vez descartada la posibilidad de que el colaborador sufra el síndrome de la anfetamina nocturna (tengo sueño), síndrome de la almorrana (me cabreo) o síndrome del funcionario (me operan de un lunar, tres días de baja) debemos tener clara la importancia de abordar el problema con agilidad para evitar que adquiera carácter viral.