Hace 13 años | Por gatomanso a culturareversible.com
Publicado hace 13 años por gatomanso a culturareversible.com

Son precisamente sus gemidos los que ayudan a los tenistas a ganar, pues sirven para desorientar al contrario. Al parecer, la onda sonora golpeando su cuerpo hace más difícil a sus sentidos detectar donde va la bola y devolverla, reduciendo drásticamente su tiempo de reacción. De media, la bola viaja casi un metro más antes de ser devuelta si el tenista que la lanzó gimió.

Comentarios

D

Y si lanzas un meneo y gritas "¡SPAM!", ya ni te cuento.

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Esto lo saben los karatecas desde hace un porrón de años.