Publicado hace 10 años por --354522-- a desequilibros.blogspot.com.es

"La gloria de España en estos últimos años la marcan no los pintores o escultores (y añado yo… escritores, científicos, investigadores, intelectuales…) sino los cocineros y los futbolistas". Esta frase, en boca de un conocido sociólogo y periodista, es el fiel reflejo de la realidad de este país, socialmente aceptada. (...) No hay tertulia radiofónica que no comience con una explicación de filias y fobias "fuboleras" o "restauradoras" por parte de sus participantes.

Comentarios

iramosjan

Me gustaría saber exactamente en qué país su gloria "en estos últimos años" la marcan los pintores y los escultores...

Para decirlo con todas las letras, el artículo me parece la enésima repetición de un fenómeno muy común: el del articulista exquisito que reprocha a España ser... como es todo el resto del mundo. No sé que es peor, simplezas ridículas como "Nada hay más patético que un avatar con el escudo del equipo de fútbol de turno" y "nada más bochornoso que una discusión de taberna sobre si fulano es mejor o peor jugador que mengano" o una sandez tan grande como esta

"Igual que en Francia, todo político que se precie debe hacer declaración expresa de cuál es su postura ideológica respecto a la Revolución Francesa, aquí, en cambio, esa declaración expresa se realiza en torno a qué equipo de fúltbol merece más o menos respeto o idolatría".

Dudo mucho que de verdad en Francia los políticos deban definirse expresamente como partidarios o contrarios a la revolución de 1789 (sospecho que el autor exagera... o como mínimo que subestima otros traumas más recientes, como la Ocupación, Vichy y la guerra de Argelia) pero lo que sé con toda seguridad es que aquí en España todo político, se precie o no se precie, debe hacer declaración expresa de su postura ideológica respecto a la Guerra Civil, que es el trauma nacional equivalente. Y por cierto, no tengo ni la más remota idea de a qué equipo de fútbol apoyan Rajoy, Rubalcaba, Cayo Lara, Artur Mas o Rosa Díez ni creo que la tenga ningún meneante, porque no es precisamente un tema al que dediquemos ni un momento.

Y manda cojones que tenga que decir esto cuando a mí no me gusta el fútbol, pero ya está bien de demonizarlo como si fuera la causa de que en España no haya una revolución a la egipcia o la ucraniana. Que en Ucrania y en Egipto también es el fútbol el deporte rey ¡Es alucinante llegar al punto de llamar bochornoso a que la gente hable de fútbol en el bar o que se atreva a mencionar el fútbol en Twitter o Facebook!

eclectico

#1 Vaya tirón de orejas…
Ejem; por alusiones:

Es cierto que el apunte fue escrito en un cierto estado de, digamos, "mosqueo", y seguramente no ha quedado debidamente explicado.

La frase del título es responsabilidad exclusiva de quien la pronunció, y entiendo que como se trataba de una tertulia, fue simplista y apresurada. Y la conclusión del tertuliano era la misma que la tuya: que cada uno hable de lo que quiera donde quiera.

En el fondo, quería referirme más a las personas relevantes: periodistas, analistas, políticos, hasta intelectuales… que comienzan sus intervenciones en tertulias o en entrevistas explicando, cierto que en todo distendido, si el día ha comenzado mejor o peor en función del resultado de su equipo el día anterior.

Como sabrás, la Revolución francesa consiguió aglutinar prácticamente a toda la sociedad en torno a un movimiento que terminara con el antiguo régimen; y a ese consenso se sumaron desde la burguesía, profesionales liberales, el incipiente proletariado, los movimientos rurales… Pero pasado el período revolucionario, estas diferentes facciones se separaron y cada uno luchño por lo suyo. Allí es donde nació la diferencia entre izquierda y derecha en función de dónde se sentaron en las cortes recién formadas. Por eso es habitual que los partidos se posicionen abiertamente sobre a qué parte de aquel consenso representan y defienden.
Respecto a traumas más recientes, creo que la diferencia es que sobre los que mencionas existe otro consenso generalizado, y nadie, excepto quizá Le Pen y sus partidarios, se posicionará jamás de parte del régimen de Vichy, por ejemplo.

El caso de la Guerra Civil española es, efectivamente, equivalente, y es cierto que todos los políticos acabanpor posicionarse respecto a ese tema; y como sabemos, algunos lo hacen con una tibieza que provoca, cuando menos, estupor. Y en torno a la transición, otro hito equiparable, también ha existido hasta ahora una especie de "omertá" que ahora empieza a romperse, y sobre el que muchos también emìezan a poner distancia ideológica.

Lo que sí considero cierto es que el único consenso real que se produce en España es el deporte, y más concretamente el fútbol y sus recientes éxitos: es el bálsamo de fierabrás moderno que todo lo cura y que, al igual que el Quijote, solo hace efecto en aquellos preparados para que les haga efecto. No pretendo ser articulista exquisito, pero es que me subleva comprobar cómo en torno al fútbol se terminan los problemas de verdad o se justifican presuntos delitos.

Respecto a las filias futboleras de nuestros políticos, Rajoy, Rubalcaba, Zapatero o Artur Mas, por citar solo algunos relevantes, han hecho mención expresa de sus preferencias en numerosas ocasiones; efectivamente, no les oído nunca a Cayo Lara o Rosa Díez pronunciarse al respecto, cosa que, en mi opinión, dice bastante de ellos.

Perdón por el rollo. No sé si me he explicado mejor.