El último proyecto, una modesta rotonda presupuestada en 203.000 euros que mejorará la conexión de Benifaraig con el camino de Montcada, ha reunido a tres potentes empresas. Lubasa -que concurrió con su filial Becsa SAU-, Grupo Bertolín -una de las empresas que mayor volumen de obra tiene en Valencia- y Pavasal. También se presentó una cuarta constructora, Agres Costes. Al final, ha sido Lubasa-Becsa la adjudicataria. Pese a la aparente simplicidad de la obra, la contratista tiene previsto emplear a un elevado número de operarios.
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La propia alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, no pudo ocultar su asombro en la junta de gobierno del pasado viernes al conocer el interés de los pesos pesados de la construcción por lo que podrían considerarse las migajas del fondo de Zapatero.
Cuando hay hambre, no hay pan duro...