La delgada línea entre el sector público y el privado se cruza una vez más. El poder económico se abre paso entre el ejecutivo, legislativo y el judicial. Los casos de Aznar o González sólo son la punta del iceberg. El siguiente artículo muestra cómo actuales y antiguos cargos públicos (ministros, abogados del estado, magistrados y un largo etcétera) se llenan los bolsillos gracias a los contactos a los que les da acceso su cargo público que esperemos no descuiden. Sin duda, otra patada a las (ya pocas) esperanzas que les depositamos.
Comentarios
España, el país de: "caliéntese el bolsillo quien pueda"
Mi propia reforma laboral una de las primeras medidas que incluirá es la abolición de este tipo de grandes cárnicas.