Las crisis son una oportunidad de edificar un mundo nuevo, de volver a situar los principios éticos universales de la justicia, de la democracia genuina. No desperdiciemos las oportunidades. Debemos recordar, todos los días, el sabio aviso de Sófocles: "Cuando las horas decisivas han pasado es inútil correr para alcanzarlas". Es una crisis del capitalismo y no en el capitalismo, como pretenden, para continuar después su desbocada carrera, los más fervientes defensores de la economía de mercado.
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DEMOCRACIA PARTICIPATIVA YA!!!