La demanda creciente de aceite de palma y biocombustibles por parte de las grandes multinacionales está acelerando el desastre ecológico, según se recoge en un informe publicado en Londres por la organización Greenpeace, que acusa expresamente a Uniliver, Nestlé, Procter and Gamble y otras multinacionales de contribuir a la destrucción de las turberas de Indonesia en beneficio de esos cultivos.