Publicado hace 6 días por Charles_Dexter_Ward a historytoday.com

La prohibición de las pelucas por parte de la Iglesia Católica en el siglo XVIII fue tan reveladora de actitudes hacia la discapacidad como de la vanidad y la santidad. Una petición bastante inusual de octubre de 1716 se encuentra guardada en los archivos diocesanos del Papa en la basílica de San Giovanni en Roma: Antonio Piervenanzi, párroco de San Benedetto in Piscinola, se encuentra delicado de salud desde el mes de septiembre a causa de un flujo continuo que baja de su cabeza y afecta a todo su cuerpo