Con la desaprobación de la "Ley Sinde" en el Congreso, sus detractores han ganado varios pasos a su favor dejando al Gobierno y a sus confidentes en la cuerda floja, quienes en un último intento por ganar apoyos, han vuelto a escudarse en la necesidad de frenar la difusión en la red de contenidos protegidos por derechos de autor a toda costa. Lo que sigue a continuación es una reflexión acerca de los prejuicios que las descargas "ilegales" –como a tantos les gusta maquillar– sufren entre muchos bastidores de la información y de forma inevitable
Comentarios
Ya lo tiene. Se apruebe o no la Ley Sinde, la gente no va a dejar de copiar material audiovisual, ya que para ello no es imprescindible Internet. Además, ya pagamos un canon por las supuestas pérdidas que ello produce a la industria, y que no son tales porque, a diferencia de lo que ellos pregonan, cada descarga no supone una venta menos.
Y aunque fuese una venta menos. Es legal y es lícito.
Si Alejando Sanz & Co. no ganan lo suficiente, que se dediquen a otra cosa. ¿O es que si ahora Google dejase de ser rentable nos iban a poner un Canon compensatorio y nos iban a cambiar la ley para que no tuvieran pérdidas? No, Google haría recortes, buscaría otras formas de negocio, se dedicaría a otra cosa o cerraría. Y eso es lo que tienen que hacer estos señores.