Las guerras son demenciales, pero surgen del cálculo racional de intereses de las élites que las financian y se hacen con la hegemonía cultural -el control de los media- para mutar la tensión por la desigualdad de rentas en conflictos de patria o interétnicos. Así, la lucha de clases de antaño es sustituida por el actual choque de culturas.