Pues veréis. Resulta que eran la una y poco de la noche, y yo estaba tumbado en una cama en la habitación de mi primo Raul. Entonces tuve la genial idea. ¿Por qué no me pongo a escribir una entrada para el blog este? A pesar de que la respuesta era obvia, yo no le hice caso ni a mi necesidad de dormir fisiológica, ni a mi corazón. Le hice caso a mi (pene) cerebro y me puse a escribir
#2 maldita sea, se tuvo que torcer, pero te juro que no me quemo mas y me tomo esos dos días desde mañana o pasado como me llamo sergio... lo necesito...
Comentarios
Que razon... yo me largo hoy o mañana unos dias al mar... ya aprendi.. a ver si no se tuerce nada...
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#2 maldita sea, se tuvo que torcer, pero te juro que no me quemo mas y me tomo esos dos días desde mañana o pasado como me llamo sergio... lo necesito...