Amigos, estamos perdiendo la formalidad. Palabras, promesas, compromisos, tienen cada vez menos valor. Romper una cita, ya sea con una persona, un profesional, una actividad, es de lo más sencillo, y a nadie le preocupan las consecuencias. Mal asunto. Debemos ser más empáticos y vigilar las consecuencias de nuestros actos…