Dolors Espinet fue la primera familiar de las víctimas que dudó de la versión oficial de la Conselleria d'Interior; la primera en personarse como acusación particular y doce meses después de perder a su hermano, sigue pensado lo mismo que el primer día: "La tragedia de Horta no fue un accidente; si las cosas se hubiesen hecho bien, esos cinco bomberos estarían ahora vivos".