Los hinchas del Rapid de Viena decidieron construir un muro en la puerta de las oficinas con la intención de cerrar el acceso al edificio, en señal de protesta contra los gerentes del club por la mala temporada del equipo. Durante la madrugada del domingo, los ultras del Rapid levantaron la rudimentaria pared colgaron una foto del director general en la que se leía: "No se me permite entrar".