Becas interminables por salarios basura (cuando hay salario), en las que las precarias asumen responsabilidades que no les corresponden, cubren vacaciones de verano y sustituyen a trabajadoras expulsadas a cambio de “formación” y futuribles. Trabajadoras freelance que viven en la inseguridad, que no saben cuándo curran y si lo hacen no saben cuándo cobrarán porque los pagos de servicios pueden ser, por ejemplo, a 90 días. Contratos parciales en los que las precarias echan horas y horas extraordinarias que no les pagan...
Comentarios
Bienvenidos al futuro. El capital ha ganado la batalla.
Lo cuenta en femenino, pero la situación de los varones no es mucho mejor.