Fuentes internas del proyecto aseguran que el director y Warner están a punto de cerrar el acuerdo para que ocupe la silla del director en ambas películas, si bien el punto más complejo para sacar adelante este ambicioso doblete sigue siendo la difícil situación financiera por la que atraviesa MGM, que sigue reteniendo la mitad de los derechos de adaptación de la novela de J.R.R. Tolkien.