Hace 11 años | Por Soapy_Henderson a ccaa.elpais.com
Publicado hace 11 años por Soapy_Henderson a ccaa.elpais.com

Los buitres, decenas de ellos, planeaban sobre mi cabeza. El paisaje se abría en largos barrancos sobre un horizonte inabarcable. Hacía frío. Los grandes pájaros descendían majestuosos y hambrientos. Me pellizqué a través del anorak, pero no era un sueño. Al cabo de un rato estaba sentado en medio de dos centenares de enormes buitres leonados. Uno se acercó con un caminar zancajoso hasta menos de un metro de mi cara y, lamiéndose el pico, me escudriñó con sus grandes ojos marrones que aparentaban indiferencia...

Comentarios

p

Emocionante.