Hace 11 años | Por Maroto a elconfidencial.com
Publicado hace 11 años por Maroto a elconfidencial.com

Todo comenzó cuando Richard Herman, un hasta ahora anónimo ciudadano del sur de Inglaterra, comenzó a recibir llamadas de un teleoperador ubicado en el extranjero que le proponía la contratación de un seguro. Las llamadas se sucedieron y no bastaba con que nuestro protagonista rechazara la oferta e insistiera en que no le llamaran. Aquello no parecía tener fin. De nada pareció servir estar inscrito en Telephone Preference Service (el equivalente a la Lista Robinson) por el que cualquier usuario puede solicitar no ser contactado por empresa.

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